JORDI LLOVET (ed.): LECCIONES DE LITERATURA UNIVERSAL

 

JORDI LLOVET (ed.): Lecciones de literatura universal. Siglos XII a XX, Cátedra, Madrid, 1996.

 

    Las primeras líneas del editor en su Introducción ya avisan de que el contenido del volumen no se corresponde exactamente con el título de la portada sino que, de forma mucho más limitada, los estudios en él recogidos solo hacen referencia a “autores o grandes episodios de las literaturas de Occidente entre los siglos XII y XX”. Al mismo tiempo, Jordi Llovet nos informa de que los textos que edita proceden de “dos series, clásica y moderna, de las Lecciones de Literatura Universal ofrecidas por el Institut d´Humanitats de Barcelona”. En consecuencia, esa consciente limitación del concepto de “Literatura Universal” a un marco cronológico y espacial muy particular –que casi coincide con lo que en esta web llamamos “Literatura Europea”- no solo no es una aventurada decisión del editor sino que refleja una perspectiva de la Historia de la Literatura en cierto modo institucionalizada.

    En efecto, esta confusión entre los conceptos de Literatura Universal y Literatura Europea –en otro lugar de la Introducción se indica que el libro trata de “los grandes autores de la literatura europea y, en pequeña parte, de los americanos de formación o de tradición ‘europeas’”- es algo completamente generalizado en todos los ámbitos del pensamiento europeo. Recuérdese, simplemente, que en los planes de estudio del Bachillerato español, la asignatura de Literatura Universal comienza en Goethe y termina en Henry Miller sin dar cabida a ningún autor u obra que no puedan ser definidos con más o menos precisión como “europeo” o “americano europeizado”.

    Esta confusión, derivada de un eurocentrismo secular, es una de las principales dificultades para llevar a cabo una profunda y coherente investigación acerca de la especificidad de la cultura europea, de su situación global en el mundo y de sus relaciones con otras culturas.

    Dejando aparte esta cuestión más que terminológica, las Lecciones de Literatura Universal de Jordi Llovet representan un magnífico acercamiento a la Historia de la Literatura Europea tal y como viene siendo planteada en nuestras páginas. En cuanto a la amplitud de la selección solo se puede lamentar una grave ausencia: la literatura latina, que apenas encuentra cabida en el Índice. De hecho, solo dos de los 107 capítulos que componen el libro están dedicados a un escritor latino, Erasmo (15), o un grupo de escritores en latín, los humanistas italianos (14). No se tiene en cuenta en absoluto, por lo tanto, la inmensa producción latina medieval: la narrativa breve, la lírica goliardesca, los géneros didácticos, la historiografía o la filosofía. Y en relación con esta ausencia habrá que poner también la de cualquier referencia a la producción literaria europea de la Alta Edad Media, entre los siglos VII y XI. El ámbito cronológico de las Lecciones parece presuponer que solo puede hablarse de literatura universal/europea a partir de la aparición y desarrollo de las lenguas populares románicas y germánicas, del vulgar.

    Tal y como venimos insistiendo en esta web, limitaciones conceptuales de este tipo son algunas de las más graves consecuencias provocadas por la perspectiva  nacionalista del estudio de la literatura, desarrollada a partir del siglo XIX y vigente todavía, que tiende a vincular los conceptos de lengua y pueblo y no halla, por lo tanto, un lugar claro donde colocar la literatura de una lengua sin nación como es el latín. Curiosamente, esta misma circunstancia es la que permitiría, desde una nueva óptica no nacionalista, considerar al latín como la lengua más propiamente europea y a la literatura latina, desde San Isidoro hasta sir Isaac Newton, como la más pura manifestación de la cultura común de nuestro continente.

    Otra consecuencia, menor en este caso, de este habitual prejuicio nacional-lingüístico en la estructura de estas Lecciones, es la desproporcianada amplitud que se da a los autores de lengua catalana, siete capítulos, sobredimensionamiento que solo se explica, así como la presencia de autores de segunda fila como Maragall o Riba, por el origen geográfico de la propia selección.

    Una última discrepancia entre la antología que comentamos y nuestra visión de la Literatura Europea tiene que ver con la inclusión de los escritores americanos del siglo XX, los “americanos de formación o de tradición ‘europea’”, a los que ya hemos hecho referencia. Por supuesto, desde una visión universalista de la historia de la literatura, nada hay que decir al respecto. Pero, ¿es coherente esa inclusión en una selección que no ha tenido en cuenta, por ejemplo, Las mil y una noches o a Rabindranath Tagore, es decir, en un repertorio literario que está estrictamente vinculado a la cultura europea? Resulta fácil aceptar la idea de “americanos de tradición europea” aplicada a  Poe, James, Rubén Darío o incluso Eliot, pero ¿es ese un concepto igualmente aplicable a García Márquez o Faulkner, e incluso antes, a Steinbeck o Whitman? La cuestión es, por supuesto, muy delicada y discutible y aquí solo nos interesa dejar constancia de una discrepancia: nuestra Antología considera que estos últimos casos reflejan una situación cultural diferente a la anterior, un nuevo contexto en el que, a la manera de la “translatio studii” medieval, es América la que establece las nuevas pautas artísticas, dejando a Europa en la periferia.

    En cualquier caso, las Lecciones de Literatura Universal editadas por el profesor Jordi Llovet, destacan, sobre todo, por el impresionante caudal de información sobre autores y obras, épocas y tendencias, que contiene. Un compendio de datos y reflexiones sobre una forma de entender la “Literatura Universal” que resulta muy difícil, si no imposible, encontrar en otro repertorio castellano de forma tan bien organizada y con un nivel tan alto de especialización. Como ya se ha mencionado, la obra consta de 107 estudios, la mayoría de ellos centrados en un único autor, redactados por algunos de los mejores especialistas españoles en la materia. La nómina y la calidad de los redactores es impresionante y el tono general de los artículos de un nivel muy satisfactorio. Solo como muestreo, listo a continuación algunos de los artículos: El Roman Courtois de Victoria Cirlot (3), El Humanismo italiano de Francisco Rico (14), Cervantes de Martín de Riquer (24), Shakespeare de José María Valverde (29), Quevedo de José Manuel Blecua (30), Chateaubriand de Alain Verjat (49), Baudelaire de Félix de Azúa (59), Stevenson de Fernando Savater (70), Pessoa de Basilio Losada...

    Además, todos los capítulos se cierran con una amplia pero no abrumadora bibliografía que incluye no solo estudios sobre el autor y su obra sino las ediciones más modernas y reputadas del texto original y sus principales traducciones al castellano (y catalán).

    Otro de los grandes aciertos del volumen, que ha servido de inspiración para las Antologías de nuestra web, son los capítulos que podríamos llamar colectivos, es decir, aquellos que hacen referencia de forma conjunta a varios autores u obras o a un movimiento en general. No nos referimos a estudios de síntesis como los dedicados a La épica medieval (1) o La lírica medieval (2), que por la gran extensión de la materia tratada son necesariamente insuficientes, sino a capítulos de temática más concreta como El Dolce Stil Novo (5), Poetas franceses del siglo XVI (18), La novela inglesa en el siglo XVIII (43) o Las vanguardias europeas (91), que ofrecen una panorámica general de un movimiento concreto y un acercamiento mínimo a una serie de obras de características similares.

    Estos capítulos tienen el valor añadido de que suplen en cierta manera la principal carencia de la obra, su rechazo original a estudiar de forma sistemática la evolución de los periodos históricos de la literatura y de los principales géneros. A este respecto nada hay que reprochar a los editores puesto que desde la propia Introducción reconocen las limitaciones que implica su opción por una estructura organizada a partir de una secuencia de autores. Además, en su forma actual el libro cuenta ya con casi 1.200 páginas que lo hacen difícilmente manejable. Desarrollar cualquier otro aspecto de la Historia de la Literatura de forma igualmente profunda y sistemática hubiera obligado a plantear un modelo de edición completamente distinto. Por el contrario, más bien hubiera podido pensarse en ampliar el número de capítulos de síntesis que redujeran el de autores concretos. Pienso, por ejemplo, en la presencia sobredimensionada de escritores franceses del siglo XVIII (Saint-Simon, Prevost, Rousseau, Diderot, Choderlos de Laclos), que hubieran podido quedar englobados en La literatura de la Ilustración en Francia.

    De todos modos, quien ponga en comparación la Antología Mayor de esta web con el Índice de las Lecciones de Literatura Universal podrá comprobar la enorme deuda que nuestras páginas tienen con esta gran empresa de crítica literaria. [E. G.]