DANTE: PASIÓN POR FLORENCIA Y POR LA LITERATURA

     La vida de Dante se desarrolla a partir de dos vectores complementarios: la literatura y la política. Si en una primera parte de su vida, tras un largo periodo de formación, la dedicación a la política organizó su vida pública en su ciudad natal, a partir de la derrota de su partido y de su exilio, la dedicación a su obra literaria va a ser su tarea más trascendental.

     Dante Aligheri nació en la ciudad toscana de Florencia en torno al año 1265. Todo el Imperio Germánico y en especial las regiones itálicas del norte sufrían todavía las convulsiones políticas y militares derivadas del enfrentamiento entre los partidarios de la superioridad del Imperio (gibelinos) y los de la superioridad del Papado (güelfos). Florencia era una ciudad de tradición güelfa, al igual que la familia de los Aligheri, que regentaban una casa de cambios de cierto prestigio en la ciudad. De todos modos, la situación política florentina se hizo aún más compleja cuando entre los propios güelfos, a finales del siglo XIII, se produjo una división entre blancos, partidarios de una amplia autonomía municipal en todos los ámbitos, y los negros, más proclives a protegerse frente a sus enemigos imperiales bajo la autoridad del Papa.

     Dante recibió una educación apropiada al alto estatus social de su familia. Fue discípulo de Brunetto Latini, uno de los grandes intelectuales y enciclopedistas europeos de la época, y condiscípulo de algún otro escritor importante de la Florencia del momento como  Guido Cavalcanti . Conoció desde joven las innovaciones estilísticas de la escuela poética siciliana que se habían desarrollado en el entorno áulico de Federico II y los escritos y la fama literaria de los grandes trovadores provenzales de las cortes nobiliarias del Languedoc. Y, por supuesto, tuvo acceso a los principales textos conservados de la Antigüedad clásica, sobre todo, de su adorado Virgilio.

     La tradición literaria derivada de los propios versos del poeta sostiene que conociera a Beatriz Portinari a los diez años, cuando ella contaba con nueve. Una sola vez se habrían cruzado y Dante ya no volvería a verla hasta otros nueve años después, paseando con sus amigas por la calle, pero ese limitado conocimiento habría bastado para dar pie a uno de los más fructíferos amores de la historia de la literatura.

     En realidad, la propia leyenda parece resaltar la poca relevancia histórica de esa relación, acaso inexistente. Beatriz es, ante todo, un personaje literario, fruto de la reelaboración artística de una serie de tópicos sobre la pasión amorosa y del interés de un gran escritor por dotar de un cuerpo orgánico a un conjunto de composiciones dispares provenientes de sus primeros escarceos literarios. Lo que la biografía del autor realmente nos dice es que Dante fue comprometido, como era habitual, a los doce años con Gemma Donati, de otra familia pudiente como la suya, con quien se casó en 1291 y tuvo, al menos, tres hijos. Beatriz Portinari, a su vez, si es a ella a quien van dirigidos los poemas de la Vita Nuova, también se casó muy joven, hacia 1280, es decir, con quince años, con otro banquero, Simone de´ Bardi, y habría muerto hacia 1290 con tan solo 24 años.

     Esta primera etapa formativa de la vida de Dante concluye hacia 1293 con la publicación de la Vita Nuova y la entrada del escritor en la política de la ciudad, tomando partido por los güelfos blancos. Entre 1295 y 1297 Dante forma parte del Consejo Especial del Pueblo de Florencia y del Consejo del Ciento, llegando a ser nombrado en el año 1300 Prior de la ciudad, lo que lo convertía en uno de los seis magistrados que administraban la máxima autoridad. Sin embargo, ese mismo año se produjo su caída en desgracia. Enviado a Roma como embajador ante Bonifacio VIII, la facción de los güelfos negros aprovechó su ausencia para tomar el poder en la ciudad, anular las elecciones anteriores y proclamar nuevas resoluciones que incluían el destierro y una fuerte multa para los anteriores magistrados en ejercicio, entre ellos Dante.

     Dante ya nunca regresó a Florencia, vivo ni muerto, aunque al principio todavía siguió implicándose en pactos y conjuras para hacer caer al nuevo gobierno florentino. Finalmente, se vio obligado a abandonar toda esperanza de regresar a su patria, donde, sin embargo, permanecerán su mujer y sus hijos cuidando de la fortuna familiar. Comenzó entonces una larga peregrinación por diversas cortes de la Romagna, que se prolongará hasta el final de su vida. A su vez, el abandono forzado de sus expectativas políticas derivará en una mayor dedicación a su producción literaria, que ya en estos primeros años de exilio se concretará en dos obras importantes, muy alejadas de la creación poética amorosa propia de la Vita Nuova, el Convivio y el De vulgari eloquentia.

     Durante los veinte años de vida que aún le quedaban, Dante se movió, invitado por sus dirigentes y ocupando siempre honrosos cargos palaciegos o diplomáticos, por ciudades como Verona, Sarzana, Lucca o Rávena. Solamente en una ocasión, hacia 1310, volvió a concebir esperanzas de poder volver triunfante a Florencia. Ese año, el emperador Enrique VII invadió el norte de la península en un nuevo intento de reponer su autoridad. Dante se puso de su parte confiando en que el ejército imperial pudiera echar de Florencia a sus enemigos pero, aunque Enrique llega a sitiar la ciudad en 1312  y a ocupar toda la Toscana, Florencia resiste y, tras la muerte del emperador al año siguiente, Dante pasa a ser considerado por los suyos no solo un desterrado sino el peor de los traidores. Pese a todo, todavía en 1315 los gobernantes florentinos acceden a concederle una amnistía, siempre y cuando Dante se humille, reconozca sus crímenes y pida perdón público a la ciudad. Pero el escritor rechaza esas condiciones y prefiere seguir viviendo lejos de Florencia.

     A partir de ese momento, Dante, considerado ya el más grande escritor europeo de la época, se entrega casi por completo a terminar la redacción de su obra magna definitiva, la Divina Comedia, acogido en Verona a la hospitalidad de Cangrande della Spina y en Rávena a la de Guido Novello da Polenta. Finalmente, Dante muere en esa última ciudad, Rávena, en el año 1321 a los 56 años. 

PRINCIPALES OBRAS

     VITA NUOVA (c. 1293): Prosímetro compuesto por 31 poemas y 42 prosas que desarrollan el amor platónico de Dante por Beatriz.

     CONVIVIO (1304-1307): Prosímetro en lengua italiana de contenido filosófico y moral.

     DE VULGARI ELOQUENTIA (1305): Conjunto de reflexiones escritas en latín sobre la literatura en lengua romance.

     DE MONARCHIA (c. 1313): Tratado latino sobre los derechos imperiales y su relación con el Papado.

     DIVINA COMEDIA (d. 1302 - 1321)