Chr. DE TROYES: EN LOS ORÍGENES DE LA NOVELA MEDIEVAL

    Se conoce muy poco de la vida de Chrétien de Troyes a no ser por lo que él mismo dice en sus obras, por lo que casi todos los datos de su biografía son hipotéticos. Su nombre lo menciona él en el prólogo de Érec y Énide. A partir de aquí se supone que Chrétien habría nacido hacia 1130 en la región de Champagne, acaso en la propia Troyes, algo que confirman los restos dialectales de sus obras. Sus comienzos literarios parecen haber tenido lugar hacia 1160 con traducciones del Arte de amar y de las Metamorfosis de Ovidio, casi todas las cuales se perdieron, así como su primera novela artúrica, sobre Tristán e Iseo. Hacia 1162 habría escrito Érec y Énide y después de 1164 Cligès, aunque se han propuesto también otras fechas de redacción más tardías.

    En el prólogo de El caballero de la carreta, Chrétien afirma haber escrito por encargo de María de Champaña, hija de Leonor de Aquitania y de Luis VII de Francia. De la misma manera, en el prólogo de su última obra, Perceval, anota que se halla al servicio de Felipe de Alsacia, conde de Flandes. Estos dos mecenas de la alta nobleza aportan datos preciosos para fechar con más exactitud la vida adulta del autor entre 1164, año del matrimonio de María, y 1191, año de la muerte de Felipe. Lancelot dataría de 1168 mientras que Perceval tendría como fecha tope 1182. En medio, Chrétien habría escrito Yvain hacia 1172. La muerte de Chrétien de Troyes se sitúa entre los años 1180-1190.

    Todos sus textos están escritos en lengua romance pero por la introducción de Cligès sabemos que al menos cinco de sus primeras obras eran traducciones de Ovidio hechas directamente del latín. De ellas solo nos ha llegado Philomena, con la historia de la metamorfosis de Tereo, Filomena y Procne, contada en el libro VI de las Metamorfosis. Chrétien es famoso, sin embargo, por varias novelas caballerescas de tema artúrico escritas en pareados octosilábicos, para las que se inspiró en leyendas bretonas y celtas. Estas novelas fueron: la obra perdida sobre Tristán e Iseo, Érec y Énide, Cligès o la falsa muerte, Lancelot o el caballero de la carreta, Yvain o el caballero del león y Perceval o el cuento del Graal, inacabada. Por estas obras Chrétien es considerado “el padre de la novela artúrica” y “el inventor de la novela medieval”.

    Estas aventuras míticas están perfectamente adaptadas a la literatura cortés de la época. En general, el argumento gira en torno a la difícil elección que debe hacer el caballero entre su amor y su obligación moral. Al principio de la novela el autor presenta a un héroe feliz e integrado en el mundo caballeresco de la Tabla Redonda pero de inmediato se produce una crisis. Esto hace que el caballero necesite algo para que su vida vuelva a ser feliz por lo que debe iniciar una búsqueda, la quête. Tras pasar múltiples aventuras, finalmente la obra se resuelve regresando al punto de partida. Se trata, por lo tanto, de una búsqueda personal que solo concluye tras la superación de diversas pruebas físicas y espirituales.

    La corte del rey Arturo es un lugar fijo en todas las novelas de Chrétien de Troyes. Está situada en Tintagel, en Bretaña, un territorio mítico que abarca Gales, Escocia, Cornualles o Armórica, es decir, el mundo celta. La corte es un lugar ideal, de plenitud, donde reina una vida cómoda y risueña. En esta corte, los caballeros rivalizan en coraje para conseguir el mayor renombre. Por ello, el caballero no responde a la llamada de las aventuras solo para “desfacer entuertos” sino también para probarse como excelente caballero ante sus compañeros. Esas aventuras se construyen sobre un modelo repetitivo que presenta al caballero luchando por la virtud, liberando al guerrero vencido y viajando sin descanso.

    Por lo que al estilo se refiere, es evidente que Chrétien de Troyes siguió estudios que le permitieron tener acceso a los autores latinos clásicos, a los repertorios mitológicos y a la historia del mundo grecolatino. Conocía la Eneida, la Tebaida y las leyendas de Alejandro Magno. Sin embargo, la fuente de inspiración principal de las novelas artúricas fue la tradición céltica conocida como “la materia de Bretaña”, ya usada por Geoffroy de Monmouth en su Historia regum Britanniae. Este conocimiento procedería, probablemente, de juglares itinerantes pero también de fuentes escritas, como el propio Chrétien menciona alguna de en sus obras.

    Sus novelas en verso, que están muy influidas por los cantares de gesta en lengua d´oïl y por el estilo de la fins´amor de los trovadores, conoció un éxito inmediato. No solo fueron leídas sino también recitadas por los trovadores, como se comprueba en un fragmento de una novela cortés del siglo XIII donde un juglar recita, tras una boda, pasajes de varias novelas, todas ellas de Chrétien de Troyes. Su principal éxito consistió en unir de forma coherente elementos de orígenes diversos. Sin rechazar completamente los elementos fantásticos de las leyendas celtas, Chrétien los mezcla con formas realistas del mundo cortesano que se amoldaban perfectamente a los ambiente nobiliarios de la Europa de su época. Se trata, pues, de un tipo de obras dirigidas en origen a la aristocracia, por lo cual se difundieron con facilidad por todas las regiones europeas donde el modelo medieval de sociedad feudal se había consolidado. De ahí que por todo el continente las novelas de Chrétien fueran traducidas o imitadas en inglés, alemán, noruego...

    También fueron atribuidas a Chrétien cinco canciones líricas de tema amoroso aunque hoy en día se considera que solo dos son suyas. En ellas el poeta se inspira tanto en la forma como en el contenido en cansós occitanas compuestas por trovadores de la época como Bernat de Ventadorn y Raimbaut d´Aurenga. De este modo Chrétien también es el primer trouvère conocido que se inspiró en formas poéticas provenzales. Otra obra que en ocasiones se le ha atribuido, aunque hoy en día resulta muy discutida su autoría, es la novela Guillaume d´Angleterre.

 

PRINCIPALES OBRAS

·         Erec y Enide.

·         Cligès.

·         Yvain, el Caballero del León.

·         Lancelot, el Caballero de la Carreta.

·         Perceval, el Cuento del Grial

·         Philomena, una traducción de Las metamorfosis de Ovidio.